La momia de la filosofia
"La
Pero si alguien es hoy capaz de hacer una filosofia, de filosofar en ese único auténtico sentido, esto es, dicho concretamente, sin ocultación, sin atenuamiento, se es capaz de filosofando con el mayor rigor hacer llorar, y hacer reir y hacer estremecerse alos oyentes, no por capricho, no por artificio, pura y simple, y rigorosa y exclusivamente filosofando ¿qué se diría de él? ¿Qué cara pondrían las gentes? ¿Qué extrañeza no sentirían y qué espanto y que risa, viendo que de pronto, la momia, el ridículo esqueleto que se enseñaba en las cátedras y que ‘no iba con nosotros’ comenzaba a moverse de verdad y a mirar y a ver y hacer ver y a decir, decires terribles, decires dramáticos, decires joviales que se apoderaban de nosotros, que nos poseían como posee a cada cual su propria y personal vida, por tanto que casi desde el primer instante entraba en nosotros con violencia a la vez dolorosa y deliciosa y se quedaba allí, dentro de nosotros, para simpre — es decir, que cada día la filosofia, al concluir la lección, no se quedaba en la cátedra, como un ave disecada en el museo de historia natural, sino que ‘iba con nosotros’?"
Ortega y Gasset
0 Comentários:
Postar um comentário
Assinar Postar comentários [Atom]
<< Página inicial